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Capítulo 25 – Un paseo por la naturaleza entre los nombres de dios, donde nos entrevistamos con el vampiro y descubrimos un huevo cósmico

Capítulo 25 – Un paseo por la naturaleza entre los nombres de dios, donde nos entrevistamos con el vampiro y descubrimos un huevo cósmico

En este punto quiero compartir con ustedes, al igual que con muchos de vosotros que me escribís, el proceso sembrado de momentos de extrema frustración y rebelión en contra de lo que es que me supuso el llegar a entender los cómos y porqués. Incluso cuando nuestras observaciones de la realidad nos comunican verdades muy a menudo, todos tendemos a querer permanecer dormidos, soñando en una ilusión tipo Matrix. Ya quisiera yo conseguir por escrito que se reprodujera mi voz de frustración y desconcierto que se calcó en el siguiente extracto. Las palabras en mayúsculas fueron prácticamente soltadas a gritos:

P: (L) Tengo un pequeño dilema, porque aquí estamos hablando con ustedes, que se supone son “nosotros” en el futuro; aquí estamos en este periodo de tiempo en este planeta, donde las cosas se encuentran en un estado muy extraño; está teniendo lugar cierto tipo de enorme transición, y me pregunto, ¿que sentido tiene todo esto? ¿Por qué estamos hablando con ustedes? ¿Qué sentido tiene?

R: Es la lección. ¿Todavía no lo comprendes? La lección, las lecciones, que es todo lo que existe. Todas son inmensurablemente valiosas.

P: (L) Bien, estamos pasando por estas lecciones. Nos han dicho lo que está sucediendo. Lo vemos aconteciendo en nuestro entorno. Estoy convencida de que lo que nos han dicho coincide con un MONTÓN de otras evidencias, así como de las investigaciones de otros que han llegado a la misma conclusión, ¡MALDICIÓN, ES HORRENDO! ¡¿ME COMPRENDEN?! ¡ES HORRENDO!

R: Esa es tu perspectiva.

P: (L) Bueno, como dijo C** por teléfono el otro día, ¿ante qué se supone que debemos despertar? ¿Se supone que solo debemos despertar ante el hecho de que podemos VER cómo está sucediendo todo esto?

R: Sí.

P: (L) Bien, una vez que despertamos y lo VEMOS, ¿por qué no podemos irnos de este mundo en ese momento? Si conoces el guión, ¡no tienes que ver la película!

R: Pero entonces te pierdes la experiencia.

P: (L) ¿Así que todos estamos aquí para experimentar cómo nos mastican y trituran…

R: No.

P: (L) ¿Aprisionados, controlados, tratados como ratas de laboratorio enjauladas…

R: Éxtasis, ¿recuerdas?

P: (L) ¿¡Éxtasis?! ¡Perfecto! ¡Entonces lo mismo da que TODOS ARDEMOS EN LA HOGUERA! ¡Entiendo que es una experiencia MUY EXTÁTICA! ¡Estoy segura de que William Wallace se sintió perfectamente extasiado cuando lo castraron y le sacaron los intestinos para quemarlos en un bracero justo frente a su cara!

R: No hace mucho, tu cara acabó estrellada en el pavimento…[1]

P: (L) ¿Esa fue una experiencia extática?

R: Sí.

P: (L) Entonces, al decir “extático” ¿igual podrían referirse a saltar de una ventana y estirar la pata? ¡Tienen que entenderme! ¡La perspectiva desde aquí, la tercera densidad! ¡No tenemos caras para estrellarlas en el pavimento!

R: Tampoco lo harás/hagas tú/nosotros.

P: (L) Mencionan que el conocimiento protege. ¿En contra de qué nos protege?

R: De muchas cosas. Un ejemplo: del trauma y la confusión posterior a la transformación.

P: Entonces el conocimiento protegerá ante el trauma y la confusión posterior a la transformación. ¿Insinúan que esta transformación a la cuarta densidad será traumática y confusa? ¿Se refieren a la transformación de la tercera a la cuarta densidad, o de la tercera a la quinta densidad, es decir, la muerte?

R: Ambas.

P: (L) ¿Entonces si uno no experimenta el impacto, el trauma, la confusión, etc., podría funcionar mejor entonces?

R: Sí.

P: (L) Bueno, dijeron “ambos”. Eso sugiere que algunas personas pueden hacer la transición de tercera a cuarta densidad sin morir. ¿Correcto?

R: Sí.

P: (L) ¿Qué se siente? ¿Cómo es esa experiencia?

R: Alicia a través del espejo.

P: (A) Bien, ustedes dicen que supuestamente el conocimiento protege del trauma y la confusión. Por otro lado, todo lo que existe son lecciones, entonces el trauma es una lección. ¿Por qué se supone que debemos evitar una lección?

R: Es correcto, es una lección, pero si tienes conocimiento, estás aprendiendo esa lección con anticipación, y de una manera diferente.

P: (L) Entonces, ¿si aprendes la lección de una manera diferente, eso mitiga la necesidad, el modo, o el proceso del modo de aprendizaje en el momento de la transición?

R: Sí. Es un mitigante.

Mi amada abuela siempre me decía, “Un hombre sabio aprende de sus errores; un genio aprende de los errores de otros”. (Me pregunto si existe una escuela especial para abuelas que enseñan estos dichos tan ingeniosos). Pero ella se refiere exactamente a lo que nos ocupa en este instante. No solo necesitamos aprender de los errores de otros, sino de los propios, y recurrir a nuestro mayor recurso, como lo es nuestra mente. Si “todo lo que existe son lecciones”, entonces parece lógico pensar que podemos deducir algunos principios del mundo que nos rodea, de nuestros estudios y de la observación directa.

Muchas enseñanzas ocultas afirman que uno puede aprender todos los secretos de la creación mediante el estudio de la naturaleza. Los alquimistas sostienen que la verdad se oculta a la vista de todos. Como cité en la sección anterior, los chicos de Nexus Seven creen que necesitamos de “un lenguaje de símbolos hiper-dimensionales que codifique la relación de los humanos con la naturaleza. Los símbolos y rituales que codifican los elementos y fuerzas de la naturaleza codifican los procesos de vida de la naturaleza, desde los insectos pequeños ¡hasta los supuestos extraterrestres angelicales y demoníacos!” Y mi réplica es que ya lo tenemos. Es la misma naturaleza en sí.

El único problema es que no puedes obtener conocimiento y comprensión de la naturaleza si te limitas a leer al respecto o dando un paseo por el jardín. Tienes que reflexionar.

R: Verás, cuando aceleras demasiado el proceso de aprendizaje y recolección de conocimiento; es como ir dando saltos por el camino sin detenerte para reflexionar sobre el suelo bajo tus pies. Uno echa en falta las monedas de oro y las gemas dentro de las grietas que aparecen por el camino.

No podemos acelerar el proceso. Los secretos más grandiosos de la naturaleza siempre están cerca de nosotros. En la naturaleza, Dios se manifiesta a través de sus innumerables caras. La naturaleza es el órgano que proclama al creador. Es importante aprender todo lo que puedas sobre el mundo físico antes de emprender la investigación sobre el mundo espiritual porque, como Chittick escribe, “existen innumerables reinos en el mundo invisible, algunos de ellos mucho más peligrosos que la peor de las junglas del mundo visible”.

Una vez te hayas enterado acerca del mundo físico, comprenderás entonces muchas cosas sobre el mundo espiritual que previamente no podías explicar.

R: Todo lo que existe son lecciones. Esta es una escuela infinita. No hay ningún otro propósito para la existencia. Incluso la materia inanimada aprende que todo es “ilusión”. Cada individuo posee toda la creación dentro de su mente. Ahora, contempla por un momento. Cada alma es todopoderosa y puede crear o destruir toda la existencia si [ella] sabe cómo. Ustedes, nosotros y todos los demás están interconectados por nuestra mutua posesión de todo lo que existe. Si así lo deseas, puedes crear universos alternos y habitar dentro de ellos. Todos ustedes son un duplicado del universo dentro del que habitan. Su mente representa todo lo que existe. Es “divertido” descubrir hasta cuánto logras tener acceso.

P: (L) ¿Para quién es divertido descubrir hasta cuánto logramos tener acceso?

R: Para todos. Los retos son divertidos. ¿En dónde piensas que se encuentra el límite de tu mente?

P: (L) ¿En dónde?

R: Nosotros te lo preguntamos a ti.

P: (L) Bueno, creo que no tiene límites.

R: Si no hay límites, ¿entonces cuál es la diferencia entre tu propia mente y todo lo demás?

P: (L) Bueno, creo que no existe diferencia si a fin de cuentas todo es uno.

R: Correcto. Y cuando dos cosas no tienen absolutamente ningún límite, son precisamente la misma cosa.

Ahora, note que los Casiopeos han dicho, “Es divertido descubrir a cuánto podemos ganar acceso”. Se supone que debemos ganar acceso a los poderes creativos universales que existen dentro de nuestras propias mentes – el punto de energía cero, tal como lo sugiere David Bohm. Pero ese modesto y pequeño comentario sobre la diversión, nos dice algo muy importante. Nos dice que existen restricciones para hacer más interesante el juego.

La idea de que toda la creación es un juego o un reto que Dios ha diseñado para ella/él, resulta totalmente repugnante para algunas personas, y hay que admitir que cuando nos vemos envueltos en medio de las múltiples variantes de retos, cuesta encontrarles el lado divertido. ¿El ratón entiende el sentido del humor de Dios cuando el gato juega con él antes de comérselo? ¿Es una blasfemia monstruosa reducir el sufrimiento milenario de la humanidad a una partida cósmica de juego al escondite? Seguramente que lo siguiente ilustrará a lo que me refiero:

P: (L) ¿Cuál es el significado del número 666 en el libro del Apocalipsis?

R: Visa.

P: (L) ¿Cómo en las tarjetas de crédito?

R: Sí. No solo crédito, también débito.

P: (L)¿El 666 es el trabajo de lo que representan las tarjetas de crédito?

R: Sí.

P: (L) ¿Deberíamos deshacernos de todas las tarjetas de crédito?

R: Ustedes deciden. ¿Cómo lo harían? El mundo pronto tendrá crédito y débito solamente. ¿No te has enterado de estas nuevas tarjetas de débito? Ese es el futuro del dinero que será, controlado por el sistema bancario mundial, i.e. la Hermandad, i.e., las Lagartijas, i.e., el anticristo.

P: (L) ¿Si no poseo una tarjeta de crédito entonces no tengo que formar parte de ese sistema?

R: No. No habrá opciones: formar parte de eso o morirse de hambre.

P: (L) ¿Qué sucedió con el libre albedrío?

R: La Hermandad, i.e., las Lagartijas, i.e., el anticristo, han interferido con el libre albedrío por 309,000 años. Están cada vez más desesperados mientras nos aproximamos al cambio.

P: (V) Mi naturaleza siempre me ha impulsado a rebelarme en contra de lo que siento que no es bueno para mí. ¿Es posible una rebelión en contra de este sistema?

R: Si quieres dejar el cuerpo.

P: (L) ¿Dejar el cuerpo? Es decir, ¿morirse? ¿estirar la pata?

R: Sí. Los cambios vendrán después del caos; sean pacientes.

P: (L) Nos gustaría mudarnos al campo. ¿Sería posible arreglárnosla con ese tipo de vida sin las tarjetas de crédito/débito?

R: No.

P: (L) ¿Tendrán la capacidad de controlarlo todo y a todos sin importar dónde se encuentren?

R: Sí.

P: (L) ¿Incluso si nos mudáramos a Guyana, construyéramos una cabaña en la selva lluviosa y no molestáramos a nadie? ¿no podríamos librarnos de esto?

R: Laura, sentirías el efecto de los seres Lagartija presionando desesperadamente para hacerse con el control total, sin importar a dónde vayas.

P: (L) Eso es deprimente más allá de cualquier palabra. ¿Comprenden?

R: ¿Por qué? El cambio vendrá después de eso. Consulta la literatura de Mensajeros del Alba. El reto será un éxtasis si se ve desde la perspectiva correcta, que no es, repetimos: no es la realidad del tercer nivel, ¿comprendes?

P: (L) En la referencia citada se describe a Juana de Arco experimentando un sentimiento extático mientras se quemaba en la hoguera. ¿A eso se refieren?

R: Algo así, pero no necesitas arder en la hoguera.

P: (L) Eso es poco reconfortante. Hay otras maneras de morir.

R: Laura, no estamos hablando de la muerte. Si escuchas a aquellos que están firmemente enraizados en el 3er nivel, corres el riesgo de resbalarte con tu conocimiento aprendido, sin importar que tan buenas sean las intenciones.

P: (L) ¿A qué se refieren con “el reto será un éxtasis”? ¿Qué tipo de reto?

R: Seguir vivo durante y después del caos

P: (L) Varios libros que he leído, aconsejan mudarse a áreas rurales, formar grupos, y almacenar comida, etc.

R: Desinformación. Deshazte de esas ideas de una vez por todas. Eso es basura del 3er nivel.

P: (L) Nos sentimos muy desamparados, a la merced de seres que podrían venir para alimentarse de nosotros a voluntad. ¿Tenemos a alguien de nuestro lado, apoyando a nuestro equipo, arrojándonos energía o algo por el estilo?

R: ¿Con quién crees que te has estado comunicando?

P: (L) ¿Ustedes podrán asistirnos durante ese caos?

R: Sí. Todo lo que tienen que hacer es pedir.

P: (L) ¿Atravesaremos ciertos períodos aislados de cualquier ayuda?

R: Nunca estás incomunicada.

P: (L) Oh, ¡No quiero sufrir!

R: No necesitas sufrir. Deja de pensar desde el 3er nivel.

P: (L) No quiero que sufra ninguna de las personas que amo. No quiero nada de sufrimiento. ¡Ya he tenido bastante!

R: Esta noche estás atorada en el 3er nivel.

Se habrán dado cuenta de lo desesperada que estaba y de la lástima que me tenía por todo esto. De hecho, tan desesperada, que no puse atención a las cosas importantes. Fíjense en esas dos claves anteriores: “El cambio le seguirá”, y el reto de seguir vivo durante y después del caos será el “éxtasis”.[2]

Como seres humanos, parece que una parte esencial de nuestra naturaleza es sentir que existe algo más allá de la vida que el aparente mundo material inmediato. No nos gusta pensar que nuestras vidas son un juego de azar en mano de los dioses. Aun así somos testigos de la despiadada aleatoriedad del mundo que entra en contradicción con las perspectivas religiosas de un Dios amoroso y compasivo.

A través de la observación, parece que el único factor constante del universo físico es el cambio. Cómo dicen los sufíes, “Cada día Dios se ocupa de una tarea diferente”. Sin embargo, también podemos observar que el cambio opera de manera secuencial y progresiva que se manifiesta bajo patrones reconocibles para la consciencia humana. Estos patrones se modelan como formas inherentes a la naturaleza del instante en el tiempo en el que se observan. Son manifestaciones del presente estado del ser cósmico y tienen mucho que decirnos sobre la naturaleza y el desarrollo potencial de ese estado. De acuerdo con la teoría del caos, incluso aquellas cosas que parecen aleatorias, se alinean a ciertos principios matemáticos de aleatoriedad. También tenemos los sincronismos que nos dicen que de alguna manera todas las cosas están conectadas.

El místico islandés del siglo dieciocho, Jon Jonsson dijo, “Dios juega al Forkjaering con el hombre en este mundo”. Forkjaering es un juego de dados. Más tarde, Albert Einstein dijo, “Dios no juega a los dados” con el universo. Creo que la verdad se sitúa entre estas dos afirmaciones. Somos peones en un juego, solo que en cierto sentido, los jugadores somos nosotros. Y somos peones mientras no conozcamos las reglas del juego. Una vez cumplido nuestro periodo de aprendizaje como piezas del juego, podemos ocupar nuestro lugar junto a los jugadores.

Lo importante es que obtengamos una perspectiva sobre nuestra existencia que no sea de tercera densidad si queremos incorporarnos de lleno en la tercera densidad con la “perspectiva apropiada”. Esto se refleja en la parábola de Jesús: “Sean de este mundo pero no procedan de este último”. Los Casiopeos han reiterado este punto diciendo:

R: Ustedes no existirían si alguien no los hubiera soñado.

P: (L) ¿Quién me soño?

R: Ustedes son literalmente la “invención” de la imaginación de alguien, ¡¡¡y nada más!!! Recuerden, “Dios” realmente es toda la existencia en la creación, en otras palabras, toda la consciencia. Esto se debe a que toda la existencia en la creación es consciencia, y viceversa.

P: (L) ¿Entonces cómo se explica la “multiplicidad” que percibimos?

R: Es la percepción de 3ra densidad.

P: (L) El problema es acceder a esta, quitándole los velos.

R: Esa es la parte divertida.

Bueno, ¡Ja Ja Ja! ¿Acaso no nos estamos divirtiendo? ¡Esto me recuerda un pasaje del libro de Romanos que solía enfurecerme hasta el punto de echar espuma por la boca!

¿Pues cuál es la conclusión? ¿Que hay injusticia por parte de Dios? ¡De ninguna manera!… No es cuestión de voluntad humana y esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios. … De manera que al que quiere (escoge), tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. –torna obstinado e inflexible su corazón –. Me dirás pues, ¿Por qué, pues, nos culpa a nosotros por los errores? ¿Quién pues puede resistirse a su Voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Le dirá el vaso de barro al que le labró: ¿Por qué me has hecho tal? ¿O es que no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergüenza? (Romanos 9:14-21)[3]

Por supuesto, después de este pasaje, Pablo se desvía hacia su teología colérica y comienza a vociferar sobre el juicio y la condena divina. Pero lo que decía más arriba es muy similar a las enseñanzas mistéricas que prevalecían en aquella época, y que fueron preservadas y expandidas en las enseñanzas gnósticas y sufíes. En estas enseñanzas es donde encontraremos el resto de la historia.

Pero regresemos a la Biblia por un momento: en mis lecturas de años pasados, me encontré con varios pasajes que me resultaron enormemente curiosos considerando sus orígenes. El primero por supuesto es un pasaje de la Epístola a los Romanos del Nuevo Testamento que cito frecuentemente. Generalmente se le atribuye a Pablo, pero el resultado de un análisis por computadora muestra que quienquiera que haya escrito la epístola a los Romanos, también escribió las dos epístolas a los Corintios y la epístola a los Gálatas. La evidencia interna de estos documentos indica que fueron escritos antes del año 70 de la era cristiana, probablemente cerca del año 60 o incluso 40. Es decir, fueron escritos antes de los Evangelios.

Estas epístolas no hacen alusión a Jesús como la figura histórica descrita en los Evangelios. No dicen absolutamente nada sobre los padres de Jesús, el nacimiento inmaculado, un tiempo o lugar de existencia terrenal, un juicio ante los romanos, una ejecución en Jerusalén, o de cualquier carácter principal de la historia de Jesús, con la excepción de Pedro, a quien Pablo llama hipócrita.

Si hubo un incidente real como la negación de Jesús por parte de Pedro, con toda seguridad Pablo lo hubiera mencionado para usarlo en su guerra de llamas en contra de la Piedra (roca) de la Iglesia. Cuando Pablo se refiere a la muerte de Jesús, dice repetidamente que fue crucificado o entregado, pero nunca que fuera asesinado. Y sabemos por varias fuentes antiguas que ser “crucificado” se refería más a un evento iniciático que el ser clavado a una cruz de madera y morir en sentido físico.

Cuando se originó el cristianismo, los escritos judíos incluían un cuerpo considerable de literatura sapiencial que fue, en gran parte, “tomado prestado” de fuentes más antiguas con las que los judíos habían tenido contacto a lo largo de su periodo de formación como entidad nacional. Gran parte de esta literatura se derivó de fuentes egipcias y babilónicas. Con frecuencia este material fue modificado o interpretado para que se acomodara a la perspectiva hebrea, y a menudo la fuente se refería a su dios, Jehová o Yahvé, a pesar de las investigaciones adicionales más contemporáneas que muestran claramente que ha sido más o menos plagiada. De allí que en las páginas de la Biblia existen muchos pasajes donde se da a conocer esta literatura sapiencial antigua.

Lo interesante es que aunque gran parte de la literatura sapiencial fue tomada prestada y editada, parece que frecuentemente ha sido incluida con escasas modificaciones.

Aparentemente, aquellos que se encargaron de ensamblar la Biblia no comprendían del todo el material, o fueron incapaces de cambiarlo en su totalidad debido al reconocimiento tan popular que gozaba. Entonces sucede que en algunos pasajes, la sabiduría no se quedó en lo abstracto, sino que fue personificada por un ser sobrenatural creado por Dios antes de que creara el cielo o la tierra. Muy a menudo, la sabiduría o el conocimiento eran representados como el “aliento del poder de Dios”. Escrito está que “ella es la sustentadora y la gobernadora del universo que se sienta en el trono de Dios”, (La Sabiduría de Salomón, 8:1; 9:4) y “ella acude para morar entre los hombres y conferirles dones”, pero fue rechazada por la mayoría. Hum. ¿La “Piedra Madre” rechazada como piedra angular?

Pablo, como judío culto, fue influenciado significativamente por las tradiciones sapienciales.

El Jesús de Pablo, igual que la sabiduría, “asiste a Dios en la creación de todas las cosas”, (I Cor. 8:6). Si no comenzamos con la suposición de que Jesús fue una persona histórica tal y como viene descrita en los Evangelios, existen pocas referencias en las escrituras de Pablo que sugieren que así fue, mientras que hay muchas referencias que sugieren que debe considerarse una explicación diferente para la expresión de “Cristo Crucificado”. Dicho esto, nuestro propósito aquí se limita a señalar que en la época de Pablo sí existía la literatura Sapiencial, y que él parecía tener el hábito de meditar y extraer sus significados para servir sus propios intereses. Con esta idea en mente, echémosle un vistazo a otra cosa más que dijo Pablo:

Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto en su consciencia, pues Dios se les manifestó. Porque desde la creación del mundo, su naturaleza y atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han hecho inteligibles y claramente discernibles, siendo entendidos por medio de lo creado – Su obra… (Romanos 1:19-20).…

Este comentario es tan similar al siguiente, de Ibn ‘Arabi, que uno no puede evitar pensar que procedía de la misma fuente antigua.

Cada criatura es una palabra (kalima) de Dios. ‘Aunque se hicieran plumas de los árboles de la Tierra, y el océano – luego de él, otros siete mares para rellenarlo – no se agotarían las palabras de Dios. [Corán, 31:27]

No hay nada en la existencia salvo Dios, Sus nombres, y Sus actos.

Como fue señalado, existe mucha literatura sapiencial preservada en el Viejo Testamento, incluso si está entremezclada con mitos plagiados, historias mitificadas, y genealogías completamente fabricadas. Muchos salmos han sido identificados como cantares y escritos egipcios anteriores:

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia y proclama su obra. Día tras día el discurso se derrama y noche tras noche la sabiduría se manifiesta. No hay lenguaje, ni palabras articuladas; su voz no es audible, aun así su voz se extiende sobre toda la tierra, y hasta el extremo del mundo sus dichos. (Salmos 19:1-4)

Cada cosa a su temporada, y un tiempo para cada asunto o propósito bajo el cielo. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de tirar piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de recibir, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. … Dios lo hizo hermoso en su tiempo; y ha depositado la eternidad en sus corazones y mentes, sin que alcance el hombre a entender su obra para que no descubra lo que Dios hizo de principio a fin. …Aquello que es ya pasó; y lo que ha de ser, ya pasó; y Dios averigua lo que pasó. (Eclesiastés, 3)

Estos pasajes que reflejan fuentes muy antiguas, nos revelan una verdad muy grande: La naturaleza y los ciclos de la naturaleza nos revelan los Rostros y Nombres de Dios. Dios tiene muchas caras, no todas son agradables de contemplar.

En todas partes del mundo natural existen maravillas y horrores. Las montañas no solo están alzándose, sino que también están siendo erosionadas por glaciares y ríos. Los ríos se obstruyen y cambian de curso. Los lagos se llenan de sedimento y se convierten en estanques y eventualmente en pastizales. Algunas criaturas se adaptan y sobreviven estos cambios, y algunas otras no. En casi cualquier rincón del mundo, desde las montañas más altas hasta los valles más profundos, desde los climas más calurosos hasta los más fríos, por encima del mar y dentro de sus profundidades, existen poblaciones interdependientes de plantas y animales. La mayoría de las veces el término interdependencia realmente significa que se alimentan entre ellos.

En el fondo de los océanos más profundos, existen enormes gusanos de tubo que se alimentan de bacterias que consumen los químicos derivados de la energía volcánica del planeta. En la cima de altas montañas, donde nada puede sobrevivir a los vientos más feroces y al frío más letal de la tierra, existen líquenes compuestos de algas y hongos simbióticos. El hongo produce un ácido que erosiona la superficie de la roca, permitiéndole a la colonia fijarse a la suave superficie, y el ácido también disuelve los minerales en químicos que el alga puede absorber. El hongo provee una estructura esponjosa para la colonia que absorbe humedad del aire. El alga, con la ayuda de la luz solar, sintetiza los minerales de la roca, el agua y el dióxido de carbono del aire en sustancias nutritivas en donde ambos, el alga y los hongos pueden alimentarse. Ambas plantas se reproducen separadamente y las generaciones siguientes tienen que restablecer el vínculo desde el principio. Sin embargo, esta asociación no es equilibrada. Algunas veces los hongos se enroscan dentro de su envoltura alrededor de las células de las algas y las consumen. Y si se separara al hongo de las algas, estas pueden llevar una vida independiente; el hongo no puede sobrevivir sin el alga. El hongo parece estar usando al alga como esclava para que le permita colonizar estas áreas despobladas  a las que no tendría acceso de otro modo.

Algunos tramos de los Himalayas y los Andes, los Alpes y las montañas de la Antártica, son tan rosados como una rebanada de sandía. … Y solo con un microscopio se puede descubrir lo que causa esa coloración entre las partículas congeladas – un gran número de organismos unicelulares. Estos también son algas. Cada una contiene partículas verdes con las que realiza la fotosíntesis, pero este color queda oculto por un intenso pigmento rojo que muy bien podría servirle a las algas como cierto tipo de gafas para la nieve que filtran los perjudiciales rayos ultravioleta del sol.

En cierta etapa de su vida, cada una de estas algas unicelulares tiene un hilo minúsculo, un flagelo que le permite moverse a través de la nieve para alcanzar un nivel justo por debajo de la superficie, donde existe la cantidad de luz exacta para ellas. Allí, resguardadas del aire por la misma nieve, las temperaturas no son tan bajas como en la intemperie.

Estas minúsculas plantas no toman nada del mundo más que la luz solar y una cantidad mínima de nutrientes disueltos en la nieve. No se alimentan de otros seres vivos y nada se alimenta de ellas. Casi no modifican su entorno a excepción del tono rosáceo en la nieve. Simplemente existen, testificando el escurridizo hecho de que la vida ocurre incluso en los niveles más simples, solo por el puro hecho de existir, aparentemente. [4]

Estos ejemplos de la existencia de vida en las condiciones más extremas de nuestro planeta, no solo sirven para resaltar la imagen de nuestra realidad, sino que manifiestan grandes verdades relacionadas con nuestro propio estado de ser. Criaturas de todo tipo viven bajo diferentes condiciones, desde la congelada tundra, hasta húmedos pantanos; desde desiertos incandescentes, hasta sofocantes junglas. Todas ellas expresan esencias fundamentales de los Nombres de Dios, y lo mismo aplica a los humanos, individual y colectivamente.

En las grandes planicies del Serengueti en África, existen manadas de diferentes tipos de animales. Cualquiera que haya visto el círculo de la vida presentado en la película animada del Rey León, puede reconocer una colorida representación de las fuerzas en juego que existen en el mundo natural. Existen elefantes, antílopes, jirafas, y cebras moviéndose a través del paisaje en grandes rebaños, alimentándose de la vida vegetal y prosiguiendo su camino. Podemos ver leones y guepardos en la planicie, y cocodrilos en los ríos a la espera de una jirafa o antílope joven, débil, o enfermo para que puedan alimentarse. Además están las hienas y los buitres que se alimentan de los restos dejados por los banquetes de los depredadores. Hay grandes serpientes entre la increíble variedad de depredadores y presas en las junglas. También existe gran cantidad de vida vegetal, y la mayoría sirve de alimento para algunas de estas criaturas.

En mi sencillo jardín trasero, hay aves y lagartijas, insectos y plantas de todo tipo. Las lagartijas se alimentan de muchos insectos y las aves se alimentan de los primeros. Hay rosas – hermosas pero peligrosas – que crecen en la tierra compuesta de residuos de plantas convertidos en nutrientes utilizables por las lombrices. También hay larvas y grillos topo que parecen no hacer otra cosa aparte de destruir lo que tanto trabajo me ha costado en producir y mantener. Por las tardes, los murciélagos y mosquitos salen de sus escondites, el primero caza al segundo (afortunadamente), y la flor del jazmín que se abre de noche alimenta a una especie de polilla nocturna que se deleita con su néctar.

La tierra gira sobre su eje y llega la noche para enfriar el planeta y proveer descanso a los seres vivos que buscan la luz del sol. La noche también provee un entorno para que las criaturas nocturnas salgan, superando su timidez o dando paso a una incursión siniestra en busca de alimento.

La tierra, girando sobre su eje, cicla pesadamente alrededor del Sol, arrastrando a todos sus planetas en una loca carrera alrededor de los límites externos de la galaxia. Los planetas que nos acompañan parecen tener una influencia significativa en las formas de vida de la tierra, y particularmente nuestro propio satélite, la Luna. No solo eso, sino que marcan nuestras estaciones. Y de acuerdo con la literatura sapiencial, los cuerpos celestes “derraman conocimiento”.

Está la primavera, cuando paso 8 horas diarias arreglando el jardín; está el verano, cuando me relajo y presencio el crecimiento y florecimiento de mis esfuerzos; está el otoño, cuando retiro las plantas anuales muertas y podo el follaje; y está el invierno, donde todo descansa y reúne fuerzas para brotar en la siguiente primavera, iniciando así un nuevo ciclo. Ciclos dentro de ciclos; nacimiento, desarrollo, madurez, reproducción, deterioro y muerte. Para cada cosa hay una estación.

Ahora, imagínate que estás observando la Tierra a través de un potente telescopio en el espacio. Este telescopio te ofrece detalles de cualquier punto en el planeta, pero no puedes escuchar nada. Solo puedes ver. Olvida todo lo que piensas que sabes sobre los principios de la vida biológica. Olvida que piensas que sabes algo sobre lo que son los seres vivientes o cómo deberían de comportarse. Ahora, ¿qué ves?

Lo primero que notas es que la superficie del planeta está llena de movimiento. Esto incluye áreas bajo la tierra y en lo profundo de los océanos. La actividad en la superficie del planeta consiste de una inmensa cantidad de formas y tamaños diferentes de seres vivientes corriendo en círculos, alimentándose unos de otros.

Luego notas que existe toda una clase de estos seres vivientes, que esencialmente, están inmóviles; incapaces de escaparse para evitar ser comidos. De hecho, no parecen oponerse a ser comidos. Tal vez si pudieran correr, lo harían, pero no pueden, así que solo parecen no tener objeciones. Pero el punto es que estos seres inmóviles, (llamémoslas plantas) usan el hecho de ser comidas a su beneficio. Al ser ingeridas, a menudo consiguen propagarse a lugares muy distantes donde no podrían repoblarse por sí solas de otro modo.

Sin embargo, todos los demás seres vivientes claramente se resisten a ser comidos. Muy a menudo desarrollan esfuerzos extenuantes para no ser comidos.

Por ahora, probablemente has sacado la conclusión de que este planeta es un entorno monstruoso, ¡y terriblemente peligroso por si fuera poco! Ya vamos aprendiendo de la naturaleza.

No obstante, si te pones a examinar la situación de otro modo, comienzas a notar que muchos de los seres vivientes tienen similitudes fundamentales en forma y comportamiento, y esto te lleva a pensar que quizá todos ellos tienen algo en común. Después de un poco de reflexión, llegas a la conclusión de que eso que tienen en común es la facultad de asimilar un alimento y transmutarlo. Este proceso de transmutar el alimento parece relacionarse con la reproducción. Cuando el ser viviente logra este objetivo, el organismo comienza a deteriorarse y muere. Pero esta muerte no es el final de la vida en todas las partes componentes del ser, porque son asimiladas por otras formas y recicladas en una nueva vida, sea esta animal o vegetal.

Pero al ahondar en este asunto, descubrimos que hasta esas cosas supuestamente incapaces de asimilar y transmutar alimento, forman parte del ciclo. Dichas cosas como los minerales, se convierten en parte del ciclo y por lo tanto comparten el proceso mediante sucesivas reacciones químicas.

Pudiera ser entonces que estemos observando un principio incluso más profundo: La facultad de reacción. El fenómeno vital es el de la reacción.

Pero para tener una reacción, o vida, debe de haber acción y resistencia a la acción.

Acción + Resistencia = Reacción/Vida. Otra cosa más que acabamos de aprender de la naturaleza. Existen dos fuerzas fundamentales que desembocan en una tercera.

Así que llegamos a pensar que todos los seres vivientes que estamos observando tienen un origen en común estructuralmente simple. Comenzamos a pensar que no solo son manifestaciones de una fuente única, sino que todos ellos han estado cambiando su forma a través de un extensísimo periodo de tiempo. Y ahora llegamos a las preguntas críticas sobre cómo y por qué ha estado ocurriendo este proceso de cambio interminable.

Por supuesto, podemos comprender fácilmente la pregunta del cómo en un sentido general: todos los cambios ocurren por medio de la reproducción. Estas criaturas que estamos observando, al carecer de inmortalidad, se reproducen tan pronto como su ciclo de vida se lo permita.

Ahora bien, en un entorno estático y estable, podría esperarse que todas las criaturas fueran exactamente iguales. Producirían copias de sí mismas que serían las mismas de principio a fin. Pero hay otra cosa a considerar. El planeta es bombardeado constantemente por rayos cósmicos de diferentes tipos que afectan la “estructura” o códigos genéticos, que determinan el parecido de los hijos con los padres. A veces, estas estructuras cambian de una u otra forma. Muchas de estas copias alteradas no sobreviven – de hecho, la mayoría no lo hace -. Pero de vez en cuando, uno de ellos lo hace y se reproduce. Y algunas veces, las copias alteradas presentan algunas características que de hecho superan el original. Estos individuos no solo se reproducen, sino que prosperan.

Así que vamos notando un patrón emergente : las variaciones de los sistemas biológicos están relacionados con la supervivencia o muerte de una variedad de criaturas sometidas a la competencia del aterrador juego planetario de vida y muerte. Queda claro que el peligro es omnipresente y solo los más vigorosos y adaptables sobreviven. Esta es otra regla importante que nos enseña la Naturaleza.

Muchas criaturas frecuentemente consideradas como presas, están equipadas con elaborados órganos sensitivos que les ayudan a evitar el peligro. Muchos de los depredadores tienen órganos de destrucción horrorosamente eficientes como dientes y garras.

Esta terrible vista es lo que vemos cuando observamos la naturaleza. Entonces, ¿Qué pensar al respecto? ¿Es una crueldad sin sentido, o una actividad con propósito de otro nivel de ser?

¿Se supone que es este el mundo natural inmoral que no guarda ninguna relación con nuestra espiritualidad? Es decir, ¿es eso lo que se supone que tendríamos que “cambiar” o “elevar” o “espiritualizar de tal modo que todas estas monstruosas dinámicas de comer y ser comido se acaben o transformen en un hermoso jardín donde el León se echa a un lado del Cordero y todos se alimentan, digamos, de algo?

¿Esta terrible condición de la naturaleza es un error? ¿Es el resultado del pecado de Adán y Eva?

¿O hay una gran verdad en ello para aquellos que quieran abrir los ojos y ver?

Los secretos de la naturaleza están a la vista de todos. La naturaleza es su propia maestra. Ella inicia y le muestra su santuario interno a aquellos que buscan y trabajan en el viñedo. Incluso la hierba más saludable puede convertirse en un peligroso veneno si carecemos del conocimiento de su poder. Es la naturaleza de la polilla volar a la flama porque carece del conocimiento del efecto de la misma. Es la naturaleza de la araña tejer una telaraña. Es la naturaleza del gato torturar al ratón antes de comérselo. Es la naturaleza de algunas criaturas comerse a sus propios hijos. Está en la naturaleza de la viuda negra y la mantis religiosa comerse a su pareja durante el apareamiento.

En Hostage to the Devil (Huésped del demonio), el jesuita exorcista Malachi Martin escribió: “Un ave no vuela porque tiene alas; tiene alas porque vuela.” Es decir: un ave es la encarnación de la cualidad como ser de un ave, que incluye vuelo, y en muchas especies, el canto.

Llevando está idea un poco más allá, podríamos pensar en una viuda negra que mata y se come a su pareja después del apareamiento, como la personificación de cierta combinación de Nombres en ese momento. Destructor, Asesino, y Terrible nos vienen a la mente. Lo mismo podría decirse del gato que tortura al ratón antes de comerlo. Pero cuando no está torturando al ratón, el gato es la personificación de otros Nombres o Ideas. Un gato es un Soñador, Sensitivo, Orgulloso, y muchas otras cosas. Lo mismo aplica a otras criaturas, pero podríamos decir que cada especie tiene alguna idea espiritual esencial exclusivamente propias de ellas. Pero en su naturaleza física, básicamente son devoradores y asesinos.

Los seres humanos, individual y colectivamente, también son la encarnación de ideas específicas. De hecho, podría decirse que son la personificación de todas las cosas que vemos en el mundo natural.

P: (L) ¿Me gustaría saber cuál es la naturaleza y origen de estas visiones casi universales que tienen lugar durante las prácticas chamanísticas; las numerosas criaturas, incluyendo serpientes, hombres con cabeza de pájaro, etc.? ¿Cuál es la fuente de estas alucinaciones? ¿En estos transes químicamente inducidos, por qué surge esta experiencia común en la que se ven a estas criaturas como serpientes y hombres con cabeza de pájaro?

R: Mientras tengas una cualidad física, cierta parte de ti mantendrá conexiones con sus raíces.

P: (L) ¿Están diciendo que todas esas personas que dicen que los seres humanos tienen genes reptilianos, están diciendo la verdad? ¿Tenemos genes reptilianos?

R: Sí.

P: (L) ¿También tenemos genes de ave?

R: Sí.

P: (L) ¿Y esa es nuestra conexión o base física?

R: Sí, como seres biogenéticos de tercera densidad lideran el desfile multitudinario de lo que les rodea en el reino físico.

Entonces tenemos una clave, podemos aprender mucho de nosotros mismos, nuestra realidad, nuestro destino, y de la propia respuesta a nuestro entorno, al estudiar lo que nos rodea en el reino físico. Pero no se trata solo de observar la estructura externa; se trata del descubrimiento de la naturaleza interna, o la idea de una cosa. En algunos sistemas filosóficos llaman noúmeno a la Idea Platónica de una cosa. En la filosofía kantiana, es un “objeto accesible por la intuición intelectual sin la ayuda de los sentidos”. Es la esencia de la cosa, independiente de la mente, la cosa en sí.

Ya hemos mencionado que los sufíes, usando el islam como su plataforma de operación, se refieren a algo que equivale a un principio inclusivo. Los sufíes se refieren a las cualidades o esencias como los Nombres de Dios. De allí que un Nombre es un principio o función. Estos Nombres incluyen Vivo, Saber, Dador de Vida, Asesino, Poderoso, Débil, Indulgente, Vengativo, Piedad, Compasión, etc.

Ahora bien, lo importante es que los Nombres están ordenados de acuerdo a cierto tipo de preeminencia esencial. Esto quiere decir que el Nombre más elevado designa la realidad específica más amplia, o relación relativa. No significar que uno sea mejor que los otros en términos de valor. Un hombre que es un genio es tan valioso como un idiota en el esquema del cosmos, justo como el gusano es igual de valioso que un pavo real.  Todo está hecho de la substancia de Dios, y por lo tanto, todos son iguales bajo esos términos.

Pero de lo que estamos hablando ahora se refiere a algo parecido al concepto Casiopeo sobre densidad, o relación relativa. Por ejemplo: Los Nombres padre e hijo, están basados en la relación de que el hijo nace a través del padre. En este sentido, ni el padre, ni el hijo, son más importantes, es solo que el arquetipo hijo guarda relación con un vástago del arquetipo padre.

La relación de los Nombres distinguen entre Dios y el Cosmos, y de acuerdo con los sufíes, los Nombres manifiestan las realidades de lo Divino. Es decir, los Nombres o rostros son patrones a través de los cuales la fuerza Divina creativa surge a la existencia, y este proceso de extrusión se procesa mediante mezclas y combinaciones de principios y funciones que darán lugar a una gran variedad de seres engendrados o creados. Algunos de estos nombres tienen conexiones más exhaustivas que otros, y algunos nombres hacen uso de otros; algunos  son opuestos, y al parecer, todos guardan el equilibrio.

Por ejemplo, el nombre Vivo designa el prerrequisito para la existencia de todos los Nombres, y de allí que encabeza la escala. Incluye a todo. Luego los sufíes postulan que el conocimiento nace a partir de Vivo, y que incluye que uno reconoce todos los demás Nombres como intrínsecos a su propia existencia. El Conocimiento, como principio que lo incluye todo, necesita el conocimiento del todo.

También sabemos que el conocimiento del Nombre Saber es más inclusivo en las conexiones y que su compás es mucho más intenso que el Nombre de Poderoso o Desear, ya que estos Nombres tienen menos conexiones inclusivas que Saber. Son como los guardianes del Saber. Existe una situación similar en el Nombre Escuchar, Ver, Agradecido, Clemencia, Compasión, y otros Nombres similares por ser menos inclusivos en conexión. Todos ellos se sitúan por debajo del Saber.

Reflexionando sobre el concepto sufí de los Nombres de Dios, e hipotetizando que todo lo que existe es una manifestación de uno o más de estos Nombres en su naturaleza esencial, comenzamos a entender la idea de lo que tenemos que comprender en cuanto a nuestra realidad. Los sufíes dicen que debemos aprender a colocar cada cosa en el lugar apropiado. Esto significa que deberíamos aprender de ello para que podamos nombrarlo.

Umberto Eco escribió en The search for the perfect language  (La búsqueda de la lengua perfecta):

Dios habló ante todas las cosas, y dijo, ‘Que haya luz’. De este modo, creó el cielo y la tierra; porque al pronunciar la palabra divina, ‘la luz se hizo’. Así es como la creación se hizo mediante el acto de la palabra. Con solo darles nombres a las cosas las creó, dándoles un estatus oncológico: «Y Dios llamó a la luz “día” y a las tinieblas “noche”… (y) llamó al firmamento “cielo”».

En Génesis 2, 16-17, el Señor habla por vez primera al hombre, poniendo a su disposición todos los frutos del paraíso terrenal, advirtiéndole sin embargo que no probara el fruto del árbol del bien y del mal. Nadie nos dijo en qué lengua habló Dios a Adán. La tradición se lo imagina como una especie de lengua de iluminación interior, en la que Dios, como ocurre en otras páginas de la Biblia, se expresa mediante truenos y relámpagos.

[…]Llegados a este punto, y sólo entonces (Génesis 2, 19 y ss.), el Señor «formó a partir de la tierra todos los animales del campo y todas las aves de los cielos y los condujo ante Adán para ver qué nombre les daba». La interpretación de este fragmento es una cuestión extraordinariamente delicada. De hecho, aquí se propone el tema, común a otras religiones y mitologías, del Nomoteta, es decir, del primer creador del lenguaje. Aun no queda claro en absoluto con qué criterio puso nombre Adán a los animales,  y tampoco la versión de la Vulgata, sobre la que se ha formado la cultura europea, contribuye a resolver la ambigüedad, sino que por el contrario prosigue diciendo que Adán llamó a los distintos animales nominibus suis, palabras que, traducidas por «con sus nombres» no significa que Adán los llamó con los nombres que ellos esperaban por algún derecho extralingüístico, o con los nombres que ahora nosotros (en virtud de la convención adánica) les atribuimos. El nombre que les dio Adán es el nom bre que debía tener el animal a causa de su naturaleza, o el que el Nomo-teta decidió asignarles arbitrariamente, ad placitum, instaurando así una convención.

De esta dificultad, pasemos ahora al Génesis 2, 23, cuando Adán ve por vez primera a Eva. Es aquí donde los lectores escuchan por vez primera sus verdaderas palabras: “Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Será llamada mujer”  En la Vulgata  el nombre es virago (una traducción hebrea Ishha, femenino de ísh, ”hombre”. Si consideramos que en Génesis 3, 20 Adán llama a su mujer Eva, que significa «vida», por ser la madre de todos los seres vivos, es evidente que nos encontramos con nombres nada arbitrarios, sino ante nombres «precisos», al menos etimológicamente hablando. (Eco, 1995)

Aparte de que en los mitos pre-bíblicos Adán fue formado por el propio barro de la Diosa de la Tierra, y que ella le dio vida con su sangre, la cuestión del Nomoteta, – como señala el Dr. Eco -, es un tema común en otras religiones y mitologías. Sin embargo, cuando consideramos la reciente cuestión de la Torre de Babel, cuyo tema era la confusión de los lenguajes, nos encontramos con que los Nombres o palabras siguen yendo a nuestro encuentro como motivo significativo para que nos recuerde algo crucial.

El tema de los nombres o palabras como algo que le confiere poder a uno es mencionado de nuevo en la Biblia en el relato del Diluvio de Noé: “Toda la tierra hablaba la misma lengua y las mismas palabras”. (Génesis 11:1) En ese momento, la humanidad decidió construir una torre. El pasaje relata:

“Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre para que no estemos dispersados sobre la faz de la tierra.”(Génesis 11:4)

Ahora bien, resulta muy curioso que la misma idea que estamos discutiendo sea identificada específicamente aquí: “Y hagámonos un nombre”. Es muy interesante lo que sucede después.

Y el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres. Y dijo el Señor: He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es solo el principio de lo que harán, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible. Vamos, bajemos y allí desconcertemos (mezclar, confundir)  su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del otro. (Génesis 11:5-7)

¿Pero qué diablos sucedió aquí? Muy fácilmente podemos deducir que no tuvo nada que ver con el lenguaje -en el sentido de las variaciones del lenguaje hablado-, porque en Génesis 10:5, 10:20, y 10:31, encontramos referencias acerca de la difusión de los descendientes de Noé después del Diluvio: “…En sus tierras, cada uno con su propia lengua… sus familias, sus lenguas, sus tierras y sus naciones…”, etc.

Así que de nuevo nos encontramos en presencia de una idea muy sutil que requiere de nuestra atención. ¿Por qué la tradición se enfoca en una historia donde la confusión del lenguaje fue considerada una tragedia, una maldición divina? Si los lenguajes del hombre ya eran cuantiosos después de Noé, ¿Por qué la confusión de lenguas se presenta como una alegoría de una maldición sobre la humanidad?

Ba-bel – ‘La Puerta de Dios’ -, era la montaña celestial de zigurat Babilónica donde el dios descendía del cielo al sanctasanctórum, el centro genital de su coito con la Madre Tierra. … Los famosos Jardines Colgantes de Babilonia ocupaban las siete plataformas del zigurat, para crear un Paraíso como el de los dioses Hindúes: ‘Siete divisiones del mundo… en siete círculos colocados uno encima del otro…’ El zigurat era un ‘templo’ de las siete esferas del mundo. … Se puede encontrar el mito de Babel en el mundo entero, incluyendo a la India y México. Era familiar en la historia griega de los gigantes que apilaron montañas para alcanzar el cielo. Los hindúes decían que no era una torre, sino un gran árbol que creció hasta el cielo... (Walker, 1983; énfasis añadido)

Ya hemos revelado una pequeña pista de los Casiopeos sobre este tema, pero echémosle un vistazo una vez más para ver si descubrimos algo más que nos ayude a entender:

P: (L) ¿Cuál fue el evento que sucedió unos cien años después del diluvio de Noé, que fue descrito como la confusión de las lenguas, o la torre de Babel?

R: Confluencia espiritual.

P: (L) ¿Cuál era el propósito de esa torre construida por ese grupo de individuos?

R: Concentración electromagnética de todas las ondas gravitacionales.

P: (L) ¿Y qué intentaban hacer con esas ondas concentradas?

R: Alteración mental de las masas.

P: (L) ¿Qué intención tenían al alterar las mentes de las masas?

R: Unificación espiritual de las masas.

P: (L) ¿Quiénes eran los “dioses” que bajaron la mirada hacia la torre de Babel y aquellos que la estaban construyendo con la intención de unificación, para decidir que iban a destruir su trabajo?

R: Los Lagartos.

Dado que ya hablamos acerca de que la humanidad es una “Unidad de Alma Fragmentada”,  podemos hacernos a la idea de que hacerse con un nombre -como fue descrito en el texto de la Biblia – se relacionaba con la unificación espiritual de las masas – posiblemente para reensamblar los miembros de esa unidad de alma.

También tenemos una pista que nos indica que esta acción no resultó aceptable para el Sistema de Control porque la Biblia manifiestamente dice:

Y el Señor dijo, he aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es solo el principio de lo que harán, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible. (Génesis 11:6)

Aparte de que este pasaje se corresponde prácticamente a la interpretación de los Casiopeos  sobre el evento, también sugiere otras posibilidades que entran en consideración, es decir, la idea de que con la unificación espiritual: “ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible.”

¡Vaya concepto!

Pero hay que apuntar algo más sobre este asunto de la Torre de Babel: Los Casiopeos también dijeron que fue diseñada para funcionar mediante “la concentración electromagnética de todas las ondas gravitacionales”, y que ello cumpliría con la “alteración mental de las masas”.

Reflexionemos en esto por un momento. Dijeron “todas las ondas gravitacionales”, en plural.

Pasemos a otra serie de comentarios interesantes de los Casiopeos. Hay que destacar que esta serie de comentarios se iniciaron a raíz de mis preguntas acerca de las enseñanzas sufíes:

P: (L) Como saben, he estado estudiando las enseñanzas sufíes, y he descubierto tantas similitudes con el “desvelar” sufí y lo que hemos estado recibiendo a través de esta fuente, que estoy realmente muy sorprendida, y me quedo corta. Así que mi pregunta es: ¿lo que estamos haciendo aquí puede ser considerado como un “desvelar” -como lo llaman- continuo y progresivo?

R: Sí.

P: (P) Ahora, por lo que he estado leyendo, en ciertos puntos del proceso del “desvelar”, cuando la base de conocimiento se ha expandido lo suficientemente, comienzan a ocurrir desvelares internos. ¿Es esto parte del proceso actual?

R: Tal vez.

P: (L) Mi experiencia durante los últimos dos años es que cuando hay un incremento significativo de conocimiento, que es más o menos cíclico – entro en depresión antes de que pueda asimilarlo – y es como una transformación interna de un nivel a otro. ¿Hay algo que podamos hacer? Y si es así, ¿es aconsejable incrementar o facilitar este proceso de algún modo?

R: Es un proceso natural. Déjalo estar.

P: (L) Una de las cosas sobre las que escribe Al-Arabi, son los niveles ontológicos del ser. Círculos concéntricos de los estados del ser, por así decirlo. Y cada estado, simplemente define las relaciones. A cada nivel superior, estás más cerca de una relación directa con el núcleo de la existencia, y en los bordes externos, tienes una relación más cercana con la materia. Esto explica correctamente las siete densidades que ustedes nos han descrito. También habla acerca de “radiar hacia afuera” y el “movimiento interno” hacia el conocimiento. Pienso que ciertos seres, como los SAS de cuarta densidad, y otros seres de SAS de tercera densidad, que piensan que están creando una situación donde acumularán poder para sí mismos, de hecho, podría ser parte de este “radiar hacia afuera”, o dispersión dentro de la materia. ¿Es esta una percepción correcta?

R: Cerca.

L: (L) Al-’Arabi dice algo que hace eco de lo que ustedes han comentado, que puedes quedarte en la ilusión en la que estás, puedes moverte hacia abajo o hacia arriba. ¿Esto es, en parte – sea cual sea la dirección que elijas -, una función de tu posición en el ciclo?

R: Es más complejo que eso.

P: (L) Bueno, no lo dudo. Al-Arabi presenta un análisis muy complejo. Sin embargo, este refleja casi palabra por palabra las cosas que nos han dicho directamente a nosotros a través de esta fuente.

R: Ahora, aprende, lee, investiga todo lo que puedas acerca de las ondas gravitacionales inestables. ¡Medita también! Nos referimos a ti, Laura, medita sobre las ondas gravitacionales inestables como parte de la investigación.

P: (L) Bueno. Entonces, vamos por buen camino con las enseñanzas sufíes. Está claro que hay algo subyacente, y al ver este patrón subyacente estaba convencida de que era posible penetrar el velo, y eso me dio el impulso necesario para dar un paso hacia adelante.

A: Las ondas gravitacionales inestables revelan secretos aún desconocidos por la física cuántica que confieren una imagen tan clara como el agua.

P: (L) La gravedad parece ser una propiedad de la materia. ¿Eso es correcto?

R: ¡Y la antimateria! ¡¡¡La gravedad une todo lo que es físico con todo lo que es etéreo a través de ondas gravitacionales inestables !!!

P: (L) ¿La antimateria es la existencia etérea?

R: Camino hacia. Umbral hacia.

P: (L) Entonces, a través de ondas gravitacionales inestables, ¿puedes acceder a otras densidades?

R: A todo.

Y justo acabamos de descubrir que “Ba-Bel” significa “La Puerta de Dios”. Hmm…

P: (L) ¿Se puede generar mecánicamente?

R: La generación es realmente acumulación y dispersión.

P: (L) Bien, ¿qué clase de dispositivo podría acumular y dispersar las ondas de gravedad? ¿Es esto lo que hacen las espirales?

R: En el camino a. Cuando escribiste “Noé” ¿dónde colocaste  a la gravedad?

P: (L) Yo creía que la gravedad era un indicador del consumo de electricidad; que la gravedad era un subproducto de un flujo continuo de energía eléctrica …

R: ¡La gravedad no es un subproducto! ¡Es el ingrediente central de toda existencia!

P: (L) Estaba pensando que la electricidad era evidencia de algún tipo de conciencia, y que la gravedad era evidencia de que un planeta que la tuviera, tenía vida …

R: Les hemos dicho antes que los planetas y las estrellas son las ventanas. Y ¿a dónde va la gravedad?

P: (L) Bueno, ¿a dónde va la gravedad? El sol es una ventana. ¡Incluso nuestro planeta debe de ser una ventana!

R: ¡¡Tú también la tienes!! La gravedad es todo lo que hay. La Gravedad es “Dios”.

P: (L) [Así que tenemos nuestra propia “ventana” interna.] Pero, pensé que Dios era luz.

R: Si la gravedad lo es todo, ¿qué no lo es? La luz es la expresión de la energía generada por la gravedad.

P: (L) ¿La gravedad es la “luz que no se puede ver”?, como los sufíes la llaman: la Fuente.

R: Por favor nombra algo que no sea gravedad.

P: (L) Bueno, si la gravedad lo es todo, no hay nada que no sea gravedad. Bien. ¿Qué es la nada absoluta?

R: Un simple pensamiento.

P: (L) ¿Los pensamientos producen gravedad?

R: Sí.

P: (L) ¿El sonido produce gravedad?

R: Sí.

P: (L) ¿El sonido puede manipular la gravedad?

R: Sí.

P: (L) ¿Se puede hacer con la voz humana?

R: Sí.

P: (L) ¿Se puede hacer tonalmente o a través del poder del pensamiento?

R: Con ambos. La gravedad es manipulada por el sonido cuando el pensamiento manipulado por la gravedad elige producir un sonido que manipula la gravedad.

P: (L) Ahora, ¿el hombre que construyó el Castillo de Coral giraba en su asiento del avión mientras ordenaba sus manipulaciones a través del pensamiento?

R: No. Giró cuando la gravedad eligió manipularlo para que girara con el fin de manipular la gravedad.

P: (L) ¿La gravedad tiene conciencia?

R: Sí.

P: (L) ¿Es posible para el individuo hacer la elección, o es la gravedad que es él la que escoge?

R: La gravedad que estaba dentro de él era toda la gravedad de la existencia.

P: (L) Bueno, ¡y yo que pensaba que los sufíes eran tenaces! (F) Digamos que probablemente esa puerta se abrió a causa de tus estudios. (L) ¡Por Dios! ¡¿Qué he hecho?!  Estoy confundida.

R: No, no lo estás.

P: (L) Entonces, pónganlo de esta manera: estoy desconcertada y sobrecargada.

R: ¡Desconcertante es divertido! ¿¡¿¡Cuántas veces tenemos que repetírtelo?!?! ¡El aprendizaje es divertido! La suma total de toda la existencia existe dentro de cada uno de ustedes, y viceversa.

P: (L) Entonces, ¿cuál es la explicación de la “multiplicidad” que percibimos?

R: La percepción de tercera densidad.

P: (L) El problema es acceder a ella, rasgar los velos.

R: Esa es la parte divertida.

P: (L) Entonces, el hombre que construyó el Castillo de Coral fue capaz de acceder a ella. ¿Consistentemente o sólo de forma intermitente?

R: Parcialmente.

P: (L) Según tengo entendido, a la velocidad de la luz, no hay masa, no hay tiempo, y no hay gravedad. ¿Cómo puede ser esto?

R: No hay masa, no hay tiempo, pero sí, gravedad. La gravedad suplanta la velocidad de la luz.

P: (L) ¿Qué provocaría la inestabilidad de una onda gravitacional?

R: Su utilización.

P: (L) Creo que se me escapa algo importante…

R: Así es, pero sólo puedes encontrarlo a tu propio ritmo.

Repasemos algunos de los puntos clave una vez más:

¡La gravedad no es un subproducto! ¡Es el ingrediente central de toda existencia! ¡¡¡La gravedad une todo lo que es físico con todo lo que es etéreo a través de ondas gravitacionales inestables!!! Les hemos dicho antes que los planetas y las estrellas son ventanas. ¿Y hacia dónde va la gravedad? ¡¡Tú también la tienes !! La suma total de toda la existencia existe dentro de cada uno de ustedes, y viceversa. La gravedad es todo lo que existe. La gravedad es “Dios”. La gravedad es manipulada por el sonido cuando el pensamiento manipulado por la gravedad elige producir un sonido que manipula la gravedad.

Recuerde ahora que los Casiopeos dijeron que la Torre de Babel fue diseñada para concentrar artificialmente todas las ondas de gravedad y que esto daría lugar a la unificación, que el sistema de control inmediatamente lo vio como una amenaza. De lo anterior, podemos conjeturar que el comentario acerca de la concentración de todas las ondas de gravedad debe hacer referencia a la alineación de  individuos con la posibilidad de acceder a Dios, teniendo en cuenta que la “suma total de toda la existencia, existe dentro de cada”  ser humano en forma de gravedad. A mí me parece que están describiendo lo que se conoce hoy en día como el estado de la energía punto cero.

David Bohm calculó la energía punto cero que se debe a fluctuaciones de la mecánica cuántica en un solo centímetro cúbico de espacio, y llegó a la energía de 1038 ergios (una unidad de energía en el sistema de unidades centímetro-gramo-segundo). Este es el equivalente de energía a cerca de diez mil millones de toneladas de uranio. Joseph Chilton Pearce compara esta propuesta de energía punto cero con el proverbio de Jesús donde dice que si tenemos la fe de un grano de mostaza, podríamos mover montañas. Sin embargo, hay una pequeña trampa aquí. De acuerdo con David Bohm, esta energía es inaccesible en el sentido material, bajo las condiciones actuales. No es más que una representación matemática de un estado teórico. Pero, como ya hemos propuesto, esta fuente de energía punto cero es realmente el estado puro de no-anticipación del hemisferio izquierdo del cerebro en su análisis de las observaciones realizadas a través de los procesos de pensamiento del hemisferio derecho del cerebro. Es el espejo de los espejos de la conciencia Grial.

Sobre el tema de los alfabetos, Nigel Pennick escribió:

Debido a que contienen el potencial para describir y transmitir todo el conocimiento del universo, los alfabetos tienen una cualidad mágica. … Varios alfabetos antiguos tienen nombres para cada carácter, que son descriptivos de un objeto o calidad, y al que se le adjuntan posibilidades mágicas y adivinatorias. … El alfabeto romano usado en la actualidad generalmente no se considera que tenga un significado mágico o adivinatorio … (Pennick, 1992)

Los alfabetos antiguos eran más que un medio por el que los símbolos fonéticos eran juntados para formar palabras que designaban personas o cosas. Estos signos tenían conceptos asociados con ellos. La palabra runa se relaciona con el significado de susurrar (de igual forma que Sabiduría más arriba) o para dar indicaciones sobre la naturaleza de algo. Cada signo de los sistemas de símbolos antiguos era una unidad que encapsulaba una gran cantidad de información. Representaban una realidad eterna sin forma, que se manifiesta como objetos, poderes, sentimientos y atributos en el mundo que experimentamos.

Regresando a las funciones del cerebro izquierdo y derecho, nos encontramos con que el lado izquierdo del cerebro posee las habilidades necesarias para la lectura y la escritura en el sentido moderno de las palabras. Pero los sistemas de símbolos antiguos representaban imágenes logográficas que eran reconocidas de manera más eficiente por el lado derecho del cerebro. La clave es unificar las dos mitades del cerebro en respuesta a un símbolo.

En la Edda prosaica (Snorra Sturlusonar), Odin hace esta síntesis. En el Cantar de los Havamal (Las Declaraciones del Altísimo), estrofas 138-139, leemos:

Sé que colgué del árbol azotado por el viento

Nueve días y nueve noches,

Atravesado por la lanza y a Odín entregado,

Entregándome a mí mismo.

Sobre aquel árbol, del que ningún hombre sabe,

De qué raíces se ha levantado.

No me ayudaron ni con pan,

Ni bebiendo del cuerno.

Tomé las runas,

Las tomé mientras gritaba,

Luego me caí desde allí.

¿Qué tiene esto que ver con “hacerse un nombre” para sí mismos? ¿Qué nos puede decir acerca de los Nombres de Dios? ¿Cómo se relaciona esto con el acceso individual a la función de la energía punto cero?

Un nombre, en términos esotéricos, se considera idéntico a la cosa en sí; se trata de un sujetador espiritual por el cual uno sabe cómo tratar a una persona, cosa o asunto. Los británicos antiguos creyeron que el nombre y el alma eran lo mismo, y hay muchas historias sobre héroes celtas que se niegan a dar sus nombres a los extraños. En algunos mitos, el conocimiento del nombre podía llevar a la destrucción, según se señala en el cuento de hadas de Rumpelstiltzkin.

Por todo lo que hemos discutido hasta ahora, parece razonable suponer que las civilizaciones más antiguas tenían cierto conocimiento del sonido como un medio de creación y destrucción. La creencia de que la pronunciación de un nombre divino podía activar dichas fuerzas sólo es un pálido remanente de ese conocimiento. Incluso podría decirse que había algún elemento de esta idea detrás del dicho de Jesús: “En mi nombre echarán fuera demonios”. También se refleja en la idea de que uno sólo podría salvarse “en el nombre de Jesús”.

Sin embargo, volviendo atrás en el tiempo con esta idea hasta la literatura sapiencial, nos encontramos con que la Sabiduría es la sustentadora y gobernadora del universo que está sentada al lado (by?) del trono de Dios, y Ella acude para morar entre los hombres y otorgarles sus dones, pero la mayoría la rechazan.

No obstante, la tradición transmitió que los nombres sagrados no eran simplemente símbolos, porque las palabras que se hablan en el nombre de Jesús o en el nombre del Padre, el hijo y el espíritu santo se suponía que tenían una eficacia absoluta para expulsar a los demonios. La iglesia cristiana enseñaba que ningún demonio podía ser exorcizado antes de conocer su nombre, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien exigió saber los nombres de los demonios que poseían al gadareno.

Se está revelando una clave en esta sombra de verdad. Si estas ideas son perversiones retorcidas en cuanto a la idea del conocimiento y la sabiduría como dador de todas las cosas buenas y protector de la humanidad, entonces nos encontramos cara a cara con la realización de que nombrar algo, es conocerlo. Y, por la misma razón, ¡nombrarlo es separarlo!

Lo que merece nuestra atención particular en el pasaje citado del Génesis sobre la creación del mundo al nombrar las cosas, es que  “Que sea la luz” se refería esencialmente el hecho de que Dios separó la luz de las tinieblas por nombrarlos. El Uno se convirtió en Dos. El “padre” produce el “niño”. El océano de potencial no manifiesto se contrajo infinitamente, dejando un vacío, o punto cero, y todo lo demás, o el Uno. Todo en el cosmos puede expresarse mediante dos cifras, 0 y 1, encendido o apagado, SAD o SAS, creación o entropía.

Esta función de punto cero, con su increíble potencial de energía es conocido en las enseñanzas sufíes como el Aliento de Dios. Dios estaba constreñido por lo que exhaló para aliviar Su constricción. Este aliento es la nube, o el espejo en el que Dios ve su reflejo. Y el reflejo se ve en todo lo que llega a la existencia a través de la constante fluctuación del ser de Dios cuando él dirige su mirada al “espejo”. Cuando Dios mira está activando el potencial creativo positivo de la idea, la cual recibe por respuesta el punto cero de la energía potencial del aliento, y toda la creación viene a la existencia. Eso que se dispersa hacia la periferia, el Aliento de Dios, se convierte en la arcilla de la creación. Sin ella, la luz no brillaría y el cosmos no vendría a la existencia. Y, una vez lograda esta manifestación externa completa, llegó la hora de que el movimiento unitivo tome el relevo, y una participación activa y consciente dentro de este movimiento es la prerrogativa de los seres humanos.

Aquí damos paso a otro gran misterio:

La raíz del Aliento es la propiedad del amor. El amor tiene un movimiento dentro del amante, mientras que el “aliento” es un movimiento de anhelo hacia el objeto de amor, y a través de ese aliento se experimenta el gozo. Y según informado anteriormente, Dios dijo, “Yo era un tesoro, pero no era conocido, así que amé el que me conocieran”. A través de este amor, toma lugar la respiración, por lo que el Aliento se vuelve manifiesto y la Nube surge a la existencia. (Corán, II 310.17)

Como acotación, deducimos de lo anterior que el amor sirve al conocimiento, no al revés.

Volviendo al asunto que nos ocupa, decíamos que la respiración es un vapor, que alivia la constricción en el pecho, y que es el vehículo de las palabras. Las cosas o palabras existentes llegan a existir dentro del aliento como el resultado de la expresión de Dios. Esta palabra se describe como “¡Sea!”, aún así esta palabra se dirige a cada cosa en su estado de no-existencia. De allí que la cosa llega a la existencia. El punto de articulación es el que determina lo que se manifiesta. Al traer el cosmos a la existencia, el aliento de Dios asume los contornos definidos por los nombres. Así como cada palabra que un ser humano articula emana desde un punto particular, conocido como el lugar de articulación dentro del aparato vocal, de la misma manera, cada letra/realidad del cosmos manifiesta la Existencia de una manera específica, diferente a otros modos. Por lo tanto, cada una está conectada a un Nombre Divino específico.

Según Ibn al-Arabi, “El Único” o la Presencia Divina, comprende Esencia, Atributos y Actos. Esto abarca todo lo que es. La Esencia es Dios sin que haga referencia a las relaciones. Los Actos son todas las cosas creadas, incluido el hombre. Los nombres son Barzaj o istmos entre la Esencia y la Creación. En otras palabras, los nombres definen las relaciones entre Dios y la Creación. Los Nombres no son como las criaturas del universo, que pueden ser conocidas como cosas separadas; más bien, son relaciones, atributos, adscripciones o correlaciones entre Dios y el cosmos. Las cosas Creadas son las causas secundarias de los Nombres.

Una vez que Dios ha creado el cosmos, vemos que posee diversos niveles y realidades. Cada una de estas requieren de una relación específica con lo Real. Estos nombres nos permiten entender que denotan tanto Su Esencia, y una cualidad inteligible que no tiene entidad en la existencia. Ejemplos de estas cualidades inteligibles incluyen: creación, suministro, ganancia, pérdida, traer a la existencia, especificación, fortalecimiento, dominación, gravedad, mansedumbre, ascendencia, atracción, amor, odio, cercanía, distancia, reverencia, desprecio y así sucesivamente. Cada atributo que  se manifiesta en el cosmos tiene un nombre conocido por nosotros.

Los Nombres Divinos nos permiten entender muchas realidades de diversidad evidente. Los nombres se atribuyen sólo a Dios, porque Él es el objeto nombrado por ellos, pero no se multiplica a través de ellos.

Dios conoce los nombres en relación con el hecho de que él conoce cada objeto de conocimiento, si bien sabemos los nombres a través de la diversidad de sus efectos dentro de nosotros. (Corán, III 397.8)

Los Nombres también son llamados realidades. Como cualidades o esencias, son el código genético de la descendencia de Dios – y no se sabe cuántas son. Cada sistema tiene su propia lista. Algunos comentaristas del judaísmo dicen que hay 72 nombres de Dios. El punto de vista islámico es que hay 99. Algunos libros esotéricos enumeran los “Doce Pares de Características Gemelas”. Mi conjetura es que tratar de enumerarlas todas, sería limitante/limitarlas. Y hay que señalar que la visión judeo-cristiana es que los que no son “Nombres Bellos” no aplican a Dios, sino que son el resultado del pecado. En este sentido, efectivamente juzgan y condenan a la mitad de la creación, y colocan este juicio sobre la mitad de la humanidad, es decir, las mujeres.

La multiplicidad de relaciones que se puede discernir en Dios, resulta en una multiplicidad de relaciones en el cosmos. Todas las cosas en el universo manifiestan los efectos y las propiedades de los nombres divinos. Incluso conflicto, pelea, lucha, guerra, tienen raíces en Dios. El cosmos es una gran colección de cosas, y las cosas siguen sus propios caminos, no necesariamente en armonía con otras cosas desde el nivel que se toman en consideración. El verdadero conocimiento de Dios exige Conocerlo a través de ambos tipos de nombres. (Chittick, 1989)

Aquí estamos volviendo al mismo problema del apóstol Pablo cuando estaba meditando acerca del por qué un barco era engraciado y el otro sujeto a la ira. La perspectiva de Pablo es expuesta de forma muy estrecha y presuntuosa si se compara con la perspectiva sufí.

Las propiedades de los nombres divinos, en cuanto a que son nombres, son diversas. ¿Qué tienen en común Vengador, Terrible en el Castigo, y Subyugador con Compasivo, Indulgente, y Gentil? Vengador exige la aparición de la venganza en su objeto, mientras que Compasivo exige la eliminación de la venganza para el mismo objeto. Así que los que contemplan estas manifestaciones pensarán que se trata del Conflicto Divino, o error o accidente.

Este conflicto se debe a que, tal como lo explica Al-Arabi, ¡diferentes nombres llaman a las criaturas en diferentes direcciones! Si el objeto del llamamiento responde, es nombrado ‘obediente’ y se convierte en ‘feliz/dichoso’. Si no responde, se le nombra “desobediente” y se convierte en un ‘miserable’. (Chittick, 1989)

La palabra demonio deriva del griego daemon, que era algo así como un espíritu guía o ángel de la guarda. El concepto medieval de demonio evolucionó a partir de la condena general cristiana de todas las ideas paganas. Según Santo Tomás de Aquino, todo el mal tiempo y las catástrofes naturales fueron puestas en marcha por los demonios. Pero, podemos ver que la idea arcaica del demonio, como poder divino, espíritu interior, el destino o la divinidad secundaria, es bastante cercana a la idea de los Nombres de Dios.

Observe en el siguiente diálogo de los escritos del Gran Shaykh Ibn al-Arabi, que tan cercano es el concepto de demonio/daemon – según los antiguos lo entendían – a los Nombres:

El Shaij dice: Usted debe saber que la llamada divina incluye creyente y no creyente, obediente y desobediente. … Esta llamada se deriva sólo de los nombres divinos. Un nombre divino llama a alguien que está gobernado por la propiedad de un segundo nombre divino, cuando sabe que el término de la propiedad del segundo nombre dentro de la persona ha llegado a su fin. Entonces este nombre que le llama toma el control. Así que continúa en este mundo y el siguiente. Por lo tanto todo lo que no sea Dios es llamado por un nombre divino para llegar a un estado engendrado a los que ese nombre busca adjuntarlo. Si el objeto del llamamiento responde, es nombrado ‘obediente’ y se convierte en ‘feliz/dichosos’. Si no responde, se le nombra “desobediente” y se convierte en ‘miserable’.

Usted podría objetar diciendo ‘¿cómo puede un nombre divino llamar/convocar y la [persona] negarse a responder, dado que [él] es débil y debe aceptar el poder divino’?

Responderíamos: [Él] no se niega a responder con respecto a [él y su] propia realidad, ya que [él] es dominado constantemente. Pero ya que [él] se encuentra bajo el dominio abrumador de un nombre divino, ese nombre no deja que [él] responda al nombre que lo llama // a [él] //. Por lo tanto, hay conflicto entre los nombres divinos.

Sin embargo, en términos de poder, los nombres son iguales, por lo que la propiedad gobernante pertenece al poseedor actual, que es el nombre en cuya mano está el [hombre] cuando el segundo nombre lo llama. El poseedor es más fuerte a través de la situación.

Usted podría objetar: “¿Entonces por qué una persona es reprendida por su negativa?” Respondemos: Porque él reclama el rechazo para sí mismo y no lo atribuye al nombre divino que lo controla.

Usted podría objetar: “La situación sigue siendo la misma, ya que él sólo se niega por el dominio abrumador de un Nombre Divino. La persona que es llamada/convocada se negó debido al nombre.” Nosotros respondemos: Eso es cierto, pero él lo ignora, por lo que se le reprende por su ignorancia, ¡debido a que la ignorancia le pertenece a él!

Usted podría objetar: “Pero su ignorancia deriva de un nombre divino cuya propiedad le gobierna.” Respondemos: La ignorancia es una cualidad relativa a la no-existencia; ¡no es ontológica! Los nombres divinos sólo otorgan la existencia; no otorgan la no-existencia. Así que la ignorancia pertenece a su mismo ser que es llamado. (Futuhat, II 592,32 en Chittick, 1989)

Aquí se nos presenta una clave gigante con la que resolver nuestro problema. En primer lugar, ante todo nos enteramos que cada ser humano se encuentra bajo el llamado de uno o más de los Nombres Divinos. Es como si un nombre particular tuviera que estar a cargo en un momento dado, hasta haber acabado con esa persona. Si otro Nombre llama a la persona, tiene menos influencia sobre ella que la que lo posee en determinado momento.

Bien, ya sabemos que puede haber una gran multiplicidad de Nombres en funcionamiento en un momento dado, y que esta es la razón de la gran variedad de manifestaciones de causas secundarias o seres creados y situaciones en el cosmos. Estos pueden ser macro-seres y situaciones, o micro-seres y situaciones. Existen manifestaciones de los Nombres o disputas entre Ellos que son universales, galácticos, solares, global, nacionales, raciales, metropolitanos, sociales, familiares y personales.

Gurdjieff mencionó este problema de una manera un tanto diferente, aunque detectamos como se van filtrando sus claras raíces sufíes:

– Quiero que comprenda lo que digo. ¡Mire! Toda esa gente que usted ve —señaló la calle— son simplemente máquinas, nada más”.

– Creo comprender lo que usted quiere decir, dije. Y a menudo he pensado cuán pocos son en el mundo los que pueden resistir a esta forma de mecanicidad y elegir su propio camino.

– ¡Este es justamente su mayor error! dijo G. Usted cree que algo puede escoger su propio camino o resistir a la mecanicidad; usted cree que todo no es igualmente mecánico.

– ¡Pero por supuesto que no! exclamé yo. El arte, la poesía, el pensamiento, son fenómenos de orden totalmente distinto.

– Exactamente del mismo orden, contestó G. Estas actividades son exactamente igual de mecánicas como todas las demás. Los hombres son máquinas, y de las máquinas no puede esperarse otra cosa que acciones mecánicas. […]

—¿Puede un hombre dejar de ser una máquina? pregunté.

—¡Ah! Esa es la pregunta, dijo G. …Sí, es posible dejar de ser una máquina, pero para esto es necesario, ante todo, conocer la máquina. Una máquina, una verdadera máquina, no se conoce a sí misma, y no puede conocerse. Cuando una máquina se conoce, desde ese instante ha dejado de ser una máquina; por lo menos, ya no es la misma máquina que antes. Ya comienza a ser responsable de sus actos. ¿Qué se puede hacer? Es imposible hacer algo. Ante todo, tiene que comprender ciertas cosas. Tiene miles de ideas falsas y  concepciones falsas, principalmente acerca de si mismo, y si quiere adquirir algo nuevo, debe primero liberarse de algunas de ellas.

‘…La principal ilusión del hombre es su convicción de que puede hacer. Todo del mundo cree que puede hacer, toda la gente quiere hacer, y su primera pregunta se refiere siempre a qué es lo que tiene que hacer. Pero a decir verdad, nadie hace nada y nadie puede hacer nada. Es lo primero que hay que comprender. Todo eso sucede. Todo lo que le acontece a un hombre, todo lo ha causado él, todo eso proviene de él—todo esto sucede. Y sucede exactamente igual que la lluvia que cae porque la temperatura se ha modificado en las regiones superiores de la atmósfera, como la nieve que se derrite bajo los rayos del sol, como el polvo que se levanta con el viento.

‘…El hombre es una máquina. Todo lo que hace, todas sus acciones, todas sus palabras, sus pensamientos, sentimientos, convicciones, opiniones y hábitos son el resultado de influencias externas, de impresiones externas… “Para comprobar este hecho para uno mismo, para comprenderlo, para convencerse de su verdad, significa liberarse de miles de ilusiones sobre el hombre, sobre su ser creador, sobre su capacidad de organizar conscientemente su propia vida, etc., etc. Nada de esto existe. Todo sucede: los movimientos populares, las guerras, las revoluciones, los cambios de gobierno, todo esto sucede. Y sucede exactamente de la misma manera que todo lo que le sucede en la vida del hombre como individuo. El hombre nace, vive, muere, construye casas, escribe libros, no como él quiere, sino según sucede. Todo sucede, el hombre no ama, no odia, no desea — todo esto sucede.

‘…Pero nadie le creerá jamás si usted les dice que no pueden hacer nada. Nada se le puede decir a la gente que le sea más desagradable, ni más ofensivo. Es particularmente desagradable y ofensivo porque es la verdad y porque nadie quiere conocer la verdad. Si usted lo comprende, nos será más fácil hablar. Una cosa es captar con el intelecto que el hombre no puede hacer nada, y otra es sentirlo en su totalidad, estar realmente convencido de que es así, y no olvidarlo jamás.

‘…Con esta cuestión del hacer queda otra cosa que entra en juego. A la gente le parece siempre que los demás nunca hacen las cosas como corresponde, que lo hacen mal. Invariablemente cada uno piensa que podría hacerlo mejor. Ninguno comprende, ni siente la necesidad de comprender que lo que actualmente se hace de cierta manera —y particularmente lo que ya está hecho— no puede ni podía haber sido hecho de otra manera… En realidad, todo se hace de la única manera posible. …Si una cosa pudiera ser diferente, todo podría ser diferente… Cada cosa depende de todo lo demás, todo está relacionado, no existe nada separado. Por este motivo, todos los acontecimientos siguen el único camino que pueden tomar. Si la gente fuera diferente, todo sería diferente. Son lo que son y por lo tanto todo es lo que es.

‘…Para Hacer hay que Ser. Y ante todo hay que comprender lo que significa Ser. …Luego uno debe aprender a decir la verdad. En su mayoría la gente cree que dice la verdad. Y aun así mienten todo el tiempo, tanto si quieren mentir como si quieren decir la verdad. Mienten todo el tiempo, se mienten a sí mismo y a los demás…No pueden evitar mentir. Decir la verdad es la cosa más difícil del mundo; hay que estudiar seriamente y por largo tiempo para un día poder decir la verdad. El mero deseo, no basta. Para decir la verdad, uno tiene que saber lo que es la verdad y lo que es la mentira, sobre todo ante sí mismo. Y eso es lo que nadie quiere saber. (Ouspensky, 1949)

Luego, en la misma línea, Carlos Castaneda en El Lado Activo del Infinito relata:

‘Quiero apelar a tu mente analítica,’ dijo don Juan. ‘Piénsalo por un momento y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia de un ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la estupidez de su comportamiento contradictorio. Los brujos creen que los depredadores nos han entregado sus sistemas de creencias, nuestras ideas sobre el bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son quienes crean nuestras esperanzas, expectaciones y sueños de éxitos y fracasos. Nos dieron su codicia, orgullo y cobardía. Son los depredadores los que nos vuelven complacientes, rutinarios y egomaniacos.’

‘¿Pero cómo lo consiguen, don Juan?’ Pregunté, algo más irritado por lo que estaba diciendo. ‘¿Nos lo susurran en el oído mientras estamos dormidos?’

‘No, no proceden de esta manera. ‘¡Esto es una idiotez!’ dijo don Juan, sonriendo. ‘Son infinitamente más eficientes y organizados. Para mantenernos obedientes y mansos y débiles, los depredadores emprendieron una maniobra estupenda – estupenda, por supuesto, desde el punto de vista de una estrategia de combate. Una maniobra horrorosa desde el punto de vista de aquellos que la padecen. ¡Nos dieron su mente! ¿Me oyes? Los depredadores nos dieron su mente, la cual se convierte en nuestra mente. La mente de los depredadores es barroca, contradictoria, malhumorada, y atemorizada por quedar al descubierto en cualquier instante.

‘Pese a que nunca has pasado hambre… sé que ansías la comida, lo cual no es sino la ansiedad del depredador que teme que su maniobra quede al descubierto en cualquier instante y que su comida le sea denegada. A través de la mente, la cual después de todo es la suya, los depredadores inyectan en la vida de los seres humanos cualquier cosa que les convenga. De esta manera se aseguran un margen de seguridad para amortiguar su temor’ (Castaneda, 1998, 213-220)

¡Todo lo que acabamos de describir suena a locura total! Tenemos a un místico sufí de un pasado remoto, unos cientos de años, un malabarista peripatético, incluyendo al misticismo de Asia Menor que vive en la primera parte del siglo XX, y un chamán semi mítico que fue producto de la imaginación de un antropólogo contemporáneo dedicado a la ingestión de peyote. Todos afirmando perfectas salvajadas en cuanto a nuestras ideas sobre el Amor de Dios, de uno mismo, de la soberanía personal, del libre albedrío y de la enculturación de nuestros sistemas de creencias!

Todos hablan de la existencia innegable de una fuerza mayor, de un ser o influencia tras nuestra realidad de la que necesitamos desesperadamente volvernos conscientes. ¿Son ellos los únicos en afirmar cosas por el estilo?

La Dra. Barbara Hort, una psicóloga junguiana relata algo muy similar. En Unholy Hungers escribe:

La Bestia siempre ha estado con nosotros. Desde el momento en que nuestros corazones bombardearon sangre, desde que nuestras almas brillaron con vida, desde anhelamos el amor, la bestia siempre ha estado con nosotros. Mofándose y acechando, baboseando y maquinando, ella relame sus labios gruesos y blandos en anticipación a su próximo almuerzo caliente porque la bestia es esencialmente algo que se alimenta. Oh, sí, tiene muchas caras, todas humanas, además de nuestro porte atractivo. Pero esta gracia humana es un camuflaje fruto de la necesidad – es el disfraz que le permite reinar. Bajo una apariencia humana, la esencia de la bestia es el hambre y su única meta es la supervivencia.

La bestia ansía la supervivencia, pero no para la vida tal como la conocemos… Posee una mente astuta y un hambre insaciable. Para poder sobrevivir la bestia tiene que aplacar su hambre, y sólo puede alimentarse de lo que carece – la esencia de la vida. Así que la bestia se aprovecha de nosotros, los seres humanos. Tiene que chupar nuestra vida y agotar nuestras fuerzas.

Si estamos de suerte, nos limitaremos a morir. Si somos menos afortunados, sucumbiremos al horror insondable de la depredación de la bestia, como sería el contar entre la mayoría de sus víctimas que no mueren. En su lugar, nos convertiremos en la cosa que nos hizo presos y nos veremos compelidos a alimentarnos del mismo modo parasítico. De este modo es como el frenesí en busca de alimentos se esparce, incrementándose hasta formar una legión bestial cuyos progenitores acechaban en la prehistoria. La bestia es antigua, global y en vía de crecimiento. Tengo muchas historias, y formas sin número, y todo es igual que las sombras – esquivo y difuso. Pero el nombre que le damos a la misma bestia suena claro, frío y preciso. Lo llamamos la bestia vampiro.

La historia de los vampiros es la más antigua, la más enmarañada y maligna de la tierra… Tantos y tantos nombres, y entre ellos una cruda verdad resalta. El vampiro acecha cada esquina del mundo humano. Drácula tan sólo representa a uno de los vampiros de entre la horda global, y más aún, es un miembro joven del clan ya que nació en la mente de Bram Stoker hace tan sólo unos siglos, basado en un guerrero que vivió no más de seiscientos años atrás – un mero suspiro en el tiempo, si consideramos que hace más de tres mil años que los Asirios y Babilonios describían al monstruo ekimmu, un cadáver no muerto que se aprovechaba de la sangre y la carne de los seres en un intento de evadir su propia muerte. Así que se sitúa entre nosotros y el vampiro. No importa donde hayamos vivido o cuando hemos vivido, la bestia siempre ha estado con nosotros.

¿Qué es lo que podría explicar la antigua presencia global del vampiro en mitos y tradiciones? (Hort, 1996)

Bueno, es una buena pregunta. Psiquiatras y psicólogos junguianos que trabajaron con la idea de arquetipos sugirieron que nuestros mitos y cuentos folclóricos tienen mucho que aportar a nuestra realidad, tanto en lo aparente como en lo oculto. Lo cierto es que las historias sobre vampiros son tan extendidas y frecuentes que intentar explicarlas mediante las numerosas teorías modernas que versan sobre enfermedad, perversidad sexual, sadismo, necrofilia y aberraciones mentales de gente que se ve compelida a robar, beber o a bañarse en sangre humana no lo explica.

Según Jung, cada psique humana se compone de elementos básicos llamados arquetipos. Podemos definir los arquetipos como constelaciones de energías o rasgos que conforman nuestras personalidades. Las imágenes utilizadas para simbolizar los arquetipos pueden ayudarnos a entender la variedad de energías psíquicas que componen lo que somos y quienes somos. De acuerdo a la teoría junguiana, cuando nuestros arquetipos son activados, nos sentimos como si estuviéramos movidos por caracteres internos simulando historias fascinantes en los escenarios de nuestra vida. A veces sentimos estar en posesión de estas energías psíquicas poderosas, y otras veces parece como si nos poseyesen. El analista Marion Woodman, citado por el Dr. Hort, escribe:

Cuando contemplamos las energías arquetípicas que nos mueven, parece como si cada arquetipo tuviera una personalidad distinta con aspectos positivos y negativos. …Las energías de nuestros arquetipos pueden ‘colmarnos de luz radiante o abrumarnos con destrucción y desesperación. Son nuestros dioses, internamente, espiritualmente e instintivamente. Relacionándonos con ellas (conscientemente) nos permite que trabajemos en la encarnación de nuestros ángeles.’ … Añadiría que si nos relacionáramos inconscientemente con un arquetipo acabaríamos encarnando nuestros demonios también. … Los arquetipos ‘son como imanes que atraen o repelan. Dioses y vampiros, diosas y brujas tienen un vínculo alarmantemente estrechos en este dominio. Podrían recomponer o resquebrajarnos dependiendo de nuestra relación consciente con ellos.

La idea de Jung era que si se activaba un arquetipo en un grupo, las imágenes de su energía harían su aparición en las historias, mitos y cuentos folclóricos del grupo. También creía que cualquier historia que se esparciera a través del espacio y del tiempo era una clave importante para una experiencia psicológica que fuera común a toda la gente. Si Jung estaba en lo cierto, entonces la historia del vampiro, el más antiguo y esparcido de entre todos los mitos, apuntaría hacia algo más que simples historietas de gente ignorante de otros tiempos. El arquetipo del vampiro ha estado con nosotros desde los albores de la historia y, de hecho, está con nosotros de forma que apenas empezamos a entender.

Quisiera llamar su atención sobre ciertas observaciones hechas en las dos secciones anteriores. La primera se refiere a mi declaración en cuanto a que la maldad es una manifestación real y contundente en nuestro mundo:

Puedo asegurarles que la maldad se insinúa en nuestra vida bajo el disfraz de la benevolencia y de la verdad. La dificultad hoy en día en hablar de la maldad no reside en lo raro o extraño, pero más bien en la insistencia que tiene nuestra cultura en considerar las perspectivas religiosas del bien y del mal como caducas. … El hecho es que aquellos que crean el mal y desean perpetuarlo se encuentran a niveles de densidad más elevados, y contra quienes no tenemos defensas salvo mediante el conocimiento de quienes son y cómo trabajan. Tenemos que aprender de las mentiras para poder percibir la verdad.

Más adelante volví a referirme a esta maldad:

¡Cuanto más se ampliaba mi perspectiva, más evidente se hacía la desaparición de la maldad! Ahora bien, no me malinterprete. Cuando digo que ‘desapareció no quiero dar a entender que dejara de existir o que se transformara. De ningún modo, sencillamente dejé de verla como maldad. … De verdad que no. Sigo viendo demonios por el mundo, ocupados en sus quehaceres; sigo viendo la oscuridad progresiva ensombreciendo las almas de la humanidad, borrando el acceso a su creatividad potencial. Sigo viendo guerras y genocidios y hambrunas y plagas formando parte de nuestra realidad. … Aún así, a modo convencional, utilizo términos como oscuridad y luz, bien y mal, positivo y negativo para expresarme de forma práctica al respecto. Ya no considero estas cosas como si fueran un error esencial… Lo que veo ahora es que todas estas cosas que existen, la luz y la oscuridad, el bien y el mal, lo positivo y lo negativo, los seres SAS y SAD son parte del esquema espléndido del Creador infinito o Fuente Primaria… Es más, entiendo su razón de ser, por encima y más allá de la simple “elección” de la humanidad para experimentar la aceleración del aprendizaje.

Aquellos que leyeron mi volumen Los Hackers del Alma recordarán que en cuanto adopté una mentalidad de Fundamentalista Cristiana, la cual sostiene la idea de que uno necesita buscar la salvación para uno mismo y el mundo en general, mi realidad se derrumbó instantáneamente y que indudablemente ¡necesitaba la salvación!

La ramificación de este Fundamentalismo Cristiano, la idea New Age “usted crea su propia realidad”, la cual dicta la exclusión de cualquier pensamiento desagradable sin importar el motivo, también fue un desastre que casi me mata. Era evidente que existía una relación entre mi visión del mundo y mis experiencias del mismo, aunque no correspondía precisamente a la verdad que sugerían estos caminos.

Luego seguí considerando la probabilidad de que si bien la razón de estas manifestaciones reside en que creamos nuestra propia realidad en cierta manera oscura, el diablo es el que se esconde en los detalles, por así decirlo. Después examiné la idea de que cuando uno intenta cambiar la realidad, la parte auténticamente creativa de la mente entiende que la realidad está rota y eso es lo que se crea. En resumen, significa que “así como juzgas, así serás juzgado”.

Quisiera detenerme por un instante para hacer un comentario: juzgar, en sentido general es algo totalmente distinto a examinar, valorar, evaluar o formarse una opinión. Sugiere que uno actúa a favor o en contra de algo “diferente”, dado que generalmente un juicio implica la idea de una “sentencia” o premio y castigo. Esto representa un problema crucial ya que se encuentra a la raíz de la controversia usted-crea-su-propia-realidad.

Joseph Chilton Pearce escribió en su clásico The Crack in the Cosmic Egg:

Hay una relación entre lo que pensamos que existe allá afuera en el mundo y lo que experimentamos como que existe allá afuera. Existe un modo en el que la energía del pensamiento y la energía de la materia se modifican uno al otro y se interrelacionan. Tiene lugar una especie de reflejo áspero entre nuestra mente y nuestra realidad.

Sin embargo, no podemos quedar fuera de este proceso reflectivo para examinarlo porque somos el proceso hasta límites desconocidos. Cualquier técnica que utilicemos para “mirar objetivamente” nuestra realidad se vuelve parte del evento en cuestión. Somos una gran parte indeterminada de la función que da forma a la realidad desde la cual se efectúa nuestra observación. Nuestra observación cuenta como uno de los factores en el evento de la realidad que percibimos.

… El procedimiento del reflejo debe de considerarse como único elemento fijo, mientras que los productos del procedimiento deben de considerarse como relativos. … Nos representamos el mundo ante nosotros mismos y respondemos ante nuestras representaciones. … Un cambio de visión del mundo podría cambiar el mundo percibido.

Metanoia es la palabra griega para conversión: una ‘transformación fundamental de la mente’. Es el proceso que reorganiza los conceptos. … Se encuentra el mismo procedimiento en el desarrollo de la visión del mundo [y] se puede rastrear en el proceso pregunta-respuesta, o en la propuesta y rellenando la ‘categoría vacía’ en ciencia. Hacerse una pregunta seria y definitiva, lo cual a su vez significa enfrentarse a una búsqueda muy seria remodela nuestros conceptos a favor de los tipos de percepciones necesarias para ‘ver’ la respuesta. … Una pregunta determina y atrae la respuesta igual que un final deseado configura la naturaleza del tipo de pregunta.

La exploración de esta función de la realidad muestra como y porque cosechamos lo que sembramos, individual y colectivamente, pero sin que ello implique una simple correspondencia personalizada. El éxito o fracaso de cualquier idea queda sujeta a una gigantesca red de contingencias. (Pearce, 1975)

“Un cambio de visión del mundo puede cambiar el mundo percibido.” ¡Vaya concepto!

Y en particular, “Nuestra visión cuenta como uno de los factores en el evento de la realidad que percibimos. … Hacerse una pregunta seria y definitiva, lo cual a su vez significa enfrentarse a una búsqueda muy seria, remodela nuestros conceptos a favor de los tipos de percepciones necesarias para ‘ver’ la respuesta.”

Estas observaciones nos llevan de nuevo a la idea de la Conciencia del Grial, “hacerse la pregunta”, y desde luego hacerse la pregunta sin presuponer la respuesta constituye la clave para ser capaz de ver mejor el universo tal cual es. Y aquí es donde nos topamos con otro escollo. Una vez que haya visto algo en la realidad, ¿qué se supone que uno debería de hacer? ¿Cuál es la acción apropiada? ¿O se supone que uno debería de obviar cualquier reacción? ¿Cómo saberlo?

Aquí es donde nos encontramos con “el éxito o fracaso de cualquier idea queda sujeta a una red gigantesca de contingencias”. Exploremos las contingencias o reacciones por empezar.

Ante todo, permítaseme recordar al lector lo que estamos intentando llevar a cabo: estamos aprendiendo sobre nuestro mundo actual para captar la “comprensión básica” que supuestamente formaría parte del examen final de la realidad en la tercera densidad. Aparentemente, esta comprensión no sólo determinaría nuestra posible graduación, sino que también determinaría nuestro grado de preparación para iniciar las lecciones del próximo curso.

El dios Odín, al descubrir la fuente secreta de sabiduría y poesía le pidió de beber al guardián de la fuente. Este le contestó: ’El precio es tu ojo derecho.’ … La ‘reserva universal’ se encuentra tanto ‘aquí adentro’ como en cualquier otra parte… Se puede obtener de ella cualquier cosa mientras uno esté dispuesto a pagar el precio y esté comprometido con un fin último alrededor del cual el proceso pueda servir de orientación… Los espejos del teatro de la realidad se alinean con un compromiso sin ambigüedad hecho por una mente consciente. El ‘reflejo del otro’ queda automáticamente libre de ambigüedad. (Pearce, 1975)

Ya sabemos que el “ojo derecho” que uno tiene que pagar para beber de la fuente de sabiduría y poesía corresponde a nuestra forma de pensar lineal y conceptual, la cual define un esquema reducido de cosas como buenas y señala todas las demás como energía aberrante que de algún modo anda errada o en conflicto con el universo. Con nuestro cerebro izquierdo, seleccionamos y elegimos lo que nos gusta creer. Ignoramos, empañamos y oscurecemos lo que no nos gusta. En aquello que nos gusta invertimos “fe”, creyendo que centrándonos en estos conceptos los convertiremos en nuestra realidad, mientras se nos olvida que nuestro organismo, nuestro cerebro derecho, está observando la realidad de forma clara y sin distorsión. Las posibilidades y realidades que son excluidas de nuestra conciencia crean una mente dividida y confusa, despojada de su poder. El cuerpo lo reflejará convirtiendo sus actos en “una máquina desfasada que trabaja en contra de sí misma, rajándose”.

Robert Frost visualizaba la civilización como un pequeño claro dentro de una gran foresta. Hemos pagado un precio considerable por forjar nuestro espacio y la oscuridad “allá afuera” parece a punto de cerrarse de nuevo – un colapso convertido en chaos en caso de que fallara nuestra ideación. … Consideraré la foresta oscura como materia prima, el inconsciente, el potencial desconocido….

Nuestro claro es una visión del mundo, un huevo cósmico estructurado por el impulso de la mente hacia un orden lógico de su universo. El claro representa una organización impuesta por nosotros desde una perspectiva aleatoria.

Teilhard de Chardin veía el destino humano propagando la luz desde nuestro pequeño claro hacia la oscuridad. En tiempos arcaicos temíamos que la oscuridad se tragara nuestra frágil construcción de la razón, y todas las empresas se orientaban en mantener el círculo cultural intacto.

… De forma apasionada hemos consolidado nuestra ideación, catalogando e indizando nuestro claro en la foresta. Cierta unanimidad de opinión empezó a formarse. Pero el verdadero problema es la naturaleza de la oscuridad en la foresta. Nuestra actitud ante la foresta influencia en gran medida la forma en que miramos nuestro claro y afecta el tipo de nuevos claros que podamos crear. (Pearce, 1975)

Las palabras de Pearce ponen nuestro problema de relieve. Es nuestra actitud hacia lo que es lo que crea nuestra realidad, porque es esta actitud la que determina el “centro” de nuestra conciencia. El centro de nuestra conciencia es el acceso de energía de la realidad desde el punto cero. Es en este sentido que tenemos que mirar ciertas cosas para encontrar la fuente verdadera del centro de la conciencia y saber como modificar esto para producir un cambio auténtico en nuestra realidad.

Es hora de formar una pequeña hipótesis para mejorar el análisis de la situación.

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[1] Esta es una alusión a mi “vida pasada inmediata” en Alemania donde salté del balcón para suicidarme después de que los Nazis se llevaran a mi esposo e hijos judíos a un campo. Véase mi autobiografía, Gracia Asombrosa para más detalles.

[2]Este pasaje adquiere más significado después del 11 de Septiembre, ¿no es así?

[3] Todas las citaciones bíblicas son extraídas de la Bíblia Ámpliada de Zondervan.

[4] Attenborough, The Living Planet, 1984, énfasis añadido.